En Sudáfrica, la educación representa mucho más que un derecho: es una herramienta poderosa para romper los ciclos de pobreza y desigualdad. Sin embargo, para miles de niños y niñas en comunidades vulnerables, acceder a una educación de calidad sigue siendo un reto.

 Una realidad preocupante

Aunque la educación primaria es gratuita y obligatoria, muchos estudiantes abandonan la escuela antes de terminar la secundaria. Factores como la falta de recursos, el entorno familiar, la inseguridad o la necesidad de trabajar desde pequeños dificultan la continuidad escolar. Se estima que alrededor del 40% de los jóvenes sudafricanos no termina sus estudios secundarios. A esto se suma una de las tasas de desempleo juvenil más altas del mundo: más del 60% en jóvenes entre 15 y 24 años.

Nuestro compromiso en Meraki Bay

En Meraki Bay creemos firmemente que la educación transforma vidas. Por eso, trabajamos para que los niños y niñas puedan aprender en un entorno seguro, creativo y motivador. Lo hacemos a través de:

  •  Refuerzo escolar: ayudamos a los niños con sus deberes y les damos el apoyo académico que muchos no pueden recibir en casa.
  •  Actividades educativas y lúdicas: fomentamos el aprendizaje a través del juego, el arte, las salidas culturales y el descubrimiento.
  •  Acompañamiento emocional: les ofrecemos un espacio donde se sienten escuchados, valorados y con confianza para seguir aprendiendo.

El poder de una oportunidad

Cada vez que un niño recupera la ilusión por aprender, estamos construyendo un camino hacia el futuro. Cada vez que mejora sus notas, que descubre que tiene talento, que se siente acompañado, estamos sembrando esperanza.

En Meraki Bay no solo ayudamos a aprender, ayudamos a creer en uno mismo.

 ¿Quieres formar parte del cambio?

Tu apoyo puede marcar una gran diferencia. Gracias a tus donaciones, seguimos creando oportunidades educativas para quienes más lo necesitan.