La pandemia covid-19 ha golpeado el continente africano con fuerza durante el pasado año 2021, sin embargo, los datos muestran una clara mejoría con síntomas de mejora y de recuperación hacia la nueva normalidad.

Tras un fuerte ascenso desde mediados de noviembre, la ola de contagios de covid-19 provocada por la variante ómicron muestra signos de haber superado su pico en África, que se alcanzó el pasado 10 de enero con 46.000 casos en un día, y mantiene una tendencia a la baja en la última semana.

Aunque estos datos hay que tomarlos con precaución, los sistemas de salud del continente han experimentado un descenso en la presión hospitalaria, así como un aumento de inmunidad entre la población, debido principalmente a las cepas anteriores y al efecto de la vacunación.

El descenso de casos lo lidera sin duda Sudáfrica, donde se identificó la ómicron por primera vez en noviembre y la nación con mayor capacidad de hacer test de toda la región. Este país pasó de menos de 300 casos diarios en noviembre a un pico de 23.437 el 17 de diciembre, el peor registro desde que comenzó la pandemia, a partir de ese día el número ha ido cayendo hasta los 6036 casos diarios registrados en el pasado mes.

Teniendo en cuenta estos datos se puede afirmar que la cuarta ola en África ha sido marcada y breve, aunque un tanto desestabilizadora, por ello se puede afirmar que las previsiones para el próximo mes son bastante reconfortantes y que se visualiza una recuperación, tanto de la economía como de la sociedad africana.