Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el 86’4% de los hogares españoles con al menos un miembro de entre 16 y 74 años tiene en 2018 conexión a Internet, y es que hoy en día muchos de nosotros no podemos vivir sin el teléfono móvil, el ordenador o la tablet. En el mundo laboral son una herramienta de trabajo más y es por eso por lo que el sistema educativo español está apostando por la introducción de la tecnología en las aulas; sin embargo, en un país como Sudáfrica la realidad de los niños y niñas está muy alejada de esto.
Ronaldo Sias es uno de los muchos niños de Houties, tiene 13 años y mira sorprendido todo el rato al objetivo cuando tratamos de retratarle. Asegura que en el colegio le enseñan a utilizar cámaras y ordenadores: «Escribo a ordenador utilizando los cinco dedos», presume. No obstante, solo dispone de estas herramientas cuando está en la escuela: «Mi asignatura favorita es afrikaans y si empiezo un texto en el colegio con el ordenador y no lo termino lo hago cuando llego a casa a mano».
Ronaldo tiene un hermano y una hermana mayores de 21 y 19 años respectivamente, ellos son quienes le ayudan con sus actividades escolares cuando su madre no puede hacerlo. «Mi hermano es socorrista y mi hermana limpia pescado, yo de mayor quiero ser bombero». Pero, ¿cuál es el problema? Ronaldo vive en Hangberg, una favela de Cape Town donde las drogas, el alcohol o el ausentismo escolar son el pan de cada día. En Meraki Bay intentamos alejar a los pequeños como Ronaldo de las calles a la salida de la escuela y tratar de enseñarles herramientas que les sirvan en el futuro, el uso de ordenadores y tablets es uno de los muchos aspectos que queremos fomentar.
Save the Children publicó en 2017 un documento relacionado con el acceso a las tecnologías por parte de los menores españoles de entre diez y quince años. Según el mismo, el 94’9% de ellos utiliza el ordenador, es decir, los niños y niñas nacidos en el siglo XXI ya son nativos digitales. Cuando llegue el día de mañana y salgan al mercado laboral sabrán utilizar Word, Excel o PowerPoint como herramientas de trabajo, no ocurrirá lo mismo con Ronaldo.
El pequeño utiliza el PC para buscar información y estudiar para sus exámenes. Pero, ¿qué pasa si al llegar a casa tiene una duda sobre sus deberes? Sin enciclopedia y sin acceso a Internet solo le queda la opción de ir a la biblioteca de la comunidad, está cerrada a partir de las cinco. Cumplir con sus obligaciones se convierte en algo muy difícil y esto puede provocar desafección por parte de Ronaldo y hacer que no se habitúe a tener una rutina de trabajo. Lo único que nos diferencia es la formación que recibimos desde pequeños, las diferencias entre personas se empiezan a notar desde la infancia, Ronaldo en un futuro no contará con todos los estudios informáticos necesarios por no haber podido disponer de los medios. Ayúdanos a seguir con Houties, solo así podremos hacer que las diferencias entre unos pequeños y otros, independientemente de su origen social, no sean tan grandes, ¡dona!
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