La ciudad de Cape Town corría el riesgo de ser la primera urbe importante del mundo en quedarse sin agua. El Día Cero, nombre con el que se conoce al momento en que las reservas de agua se quedarían vacías, se iba a convertir en una realidad con fecha concreta: en marzo de 2018 los grifos de la ciudad dejarían de abastecer a la población si no se tomaban medidas extraordinarias para evitarlo. Si quieres descubrir toda la historia de Ciudad del Cabo y el agua, aquí te lo contamos. 

 

Crisis del agua en Sudáfrica

La crisis del agua comenzó en el año 2015 y durante los dos siguientes las lluvias fueron escasas, por no decir inexistentes. Para entender por qué esta región es tan sensible y dependiente de las precipitaciones hay que conocer su geografía. Está situada en una zona sin ríos por lo que siempre ha dependido de seis grandes embalses para abastecer de agua potable a sus habitantes. La falta de precipitaciones ha ido reduciendo los niveles de los mismos año tras año. Además, en los años posteriores al fin del Apartheid, la ciudad se enfrentó a un aumento de la población. En tan solo quince años, creció en un 50% superando cualquiera de las previsiones hechas por expertos e instituciones.

Ante tal situación, comenzaron a sonar las alarmas. Las autoridades eran cada vez más conscientes de que las reservas de agua no podrían dar a basto a la demanda actual si no se tomaban medidas de emergencia. Esta vez una mejora de la infraestructura y restricciones temporales de consumo no serían suficientes, ahora había que concienciar a la población de la magnitud del problema y hacerles partícipes. Se prohibió llenar piscinas, lavar los coches y darse baños. Una de las campañas más conocidas fue: «¿Qué puedes hacer con 50 litros al dia?» y en ella se mostraba los litros que se consumen en acciones cotidianas como ducharse, cocinar o hacer la colada, entre otras. Como solución se ha optado por reducir el tiempo de las duchas, en bares y restaurantes se utiliza jabón sin agua y se intenta tirar de la cadena únicamente cuando es necesario. Como dicen nuestros niños de Houties: «If it is yellow, let it mellow!» Sin embargo, el esfuerzo no es solo cosa de los locales, también se debe contar con los turistas, especialmente durante los meses de verano.

Desde el primer día que comenzamos este voluntariado en África hemos sido conscientes de la situación y hemos tomado nuestras propias medidas para reducir el consumo de agua al máximo. Sabemos que cada gota cuenta y es por ello por lo que nos hemos sumado a las medidas que recomienda la ciudad de Cape Town además de añadir algunas de nuestra propia cosecha:

  • El mayor cambio se ha visto en el tiempo de las duchas que ahora son de cuatro minutos. Para aquellos que les cueste contarlos, os recomendamos que os pongáis vuestra canción favorita mientras os ducháis, así iréis adaptando los tiempos y se convertirá en una divertida rutina.
  • Colocamos garrafas de agua en el suelo para que al principio cuando no sale el agua caliente no se desperdicie ni un solo litro.
  • Algún voluntario ha querido ir más allá contando el bañito en el mar como ducha diaria.
  • No lavamos a mano, sino que mandamos la ropa a la lavandería ya que ellos tienen sistemas más eficientes de consumo.
  • Usamos el lavavajillas y siempre que podemos usamos el jabón sin agua para lavarnos las manos.

Todas estas medidas no solo suponen un ahorro de agua, sino que también nos permiten economizar y exprimir al máximo nuestros bolsillos.crisis del agua

Una de las mayores críticas que se ha hecho hasta ahora y que ayuda a entender el derroche de agua está relacionada con las tarifas de la misma. La factura del agua siempre han sido muy barata y esto ha contribuido al malgasto de este recurso. Al mismo tiempo, un aumento de las tarifas también trae un nuevo debate a la mesa: ¿Se convertirá el agua en un bien solo apto para las clases altas? Como solución se ha optado por tarifas escalares. Cuanto más agua consumas, mayor será el precio por litro que tendrás que pagar.

¿Cuál ha sido el resultado? En cuatro años el consumo de agua en Ciudad del Cabo se ha reducido a la mitad, los sistemas de abastecimiento se han renovado, las fugas se han sellado y se ha innovado en nuevos sistemas hasta tal punto que Cape Town ha recibido premios de innovación en sistemas de ahorro. Sus ciudadanos no solo han hecho posible que el Día Cero se posponga indefinidamente, sino que se ha creado una conciencia sobre la importancia del agua en nuestras vidas. Sin agua no podríamos vivir más de un par de días.

Durante muchos años hemos pensado que era un bien ilimitado y que todos tenemos derecho a él indefinidamente. Sin embargo, no es así. Estudios recientes muestran que grandes ciudades como México, Barcelona o Londres también se enfrentarán al Día Cero en las próximas décadas, ¿hacemos algo?

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